Título Original: Le gamin au vélo
Director: Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne
País: Francia, Bélgica e Italia
Año: 2011
Reparto: Cécile De France (Samantha), Thomas Doret (Cyril), Jérémie Renier (Guy), Fabrizio Rongione (librero), Egon Di Mateo (Wes), Oliver Gourmet (dueño del bar).
Cyril (Thomas Doret), un niño de once años, se escapa del hogar de acogida, donde su padre lo dejó después de prometerle que volvería a buscarlo. Lo que Cyril se propone es encontrarlo. Después de llamar en vano a la puerta del apartamento donde vivían, para eludir la persecución del personal del hospicio, se refugia en un gabinete médico y se echa en brazos de una joven sentada en la sala de espera. Así es como, por pura casualidad, conoce a Samantha (Cécile de France), una peluquera que le permite quedarse con ella los fines de semana.
En el cine europeo es mucho más fácil encontrar películas coming-of-age que se enfoquen en conflictos reales de los niños, que en el cine americano, en donde si bien llegan a tratarse siempre se les da ese toque hollywoodense que simplifica los problemas. Ejemplos: Super 8, un chico que pierde a su madre y tiene conflictos con su padre. Sin embargo todo eso queda algo relegado pues vivirá una aventura veraniega que incluye zombies y extraterrestres con sus amigos. Y mencionaría otras pero mejor a lo que vamos: El niño de la bicicleta me recordó más a toda esa ola de cine realista que surgió tras la segunda posguerra y del que hoy en día no he visto mucho.
Tiene sin duda en sus escenas un poco de Truffat, Rosellini y Pialat. Cyril siempre anda corriendo por las calles de Seraing o en su bicicleta, lo que permite tomas abiertas y esa sensación de que el chico necesita escapar de su realidad y encontrar algo mejor como Antoine Doinel en Los 400 golpes.
El chico si bien no es huérfano, pues su padre aún vive, podría serlo. Su padre simplemente le ha dicho que no lo quiere, que no le busque, que le estorba para recomenzar su vida. La forma en que vemos cómo esto afecta a Cyricil es apenas sugestiva pero funciona. Él se hace daño, siente la frustración de no ser querido por su progenitor. Se odia y odia a todos. Es claramente un chico conflicto, no obedece y toda esa frustración lo lleva a actos delictivos--recordé a La infancia desnuda de Pialat y cómo su protagonista realizaba actos perturbadores, lo cuál queda como un cabo suelto en esa película, ya que no nos dicen si es porque él muchacho ha tenido una vida dura o porque sea un psicópata/psociópata, aquí tenemos un background que explica porque el chico incurre a la delincuencia, y sí, me gustó mucho que lo hicieran, se me hizo tan poco pretensioso que quisieran que el espectador sacara sus propias conclusiones. De vez en cuando se agradecen que nos lleven de la mano, para variar.--
Cyril encuentra aprobación y falso afecto de un delincuente, que viene a sustituir a la pérdida del padre y por quién él hará lo que le pidan. Esas líneas entre él delincuente y Cyril, cuando le pregunta qué quiere a cambio de que el niño robe me parecieron tan reales y conmovedoras, sin llegar a ser cursis ni sensiblería barata:
--¿Cuánto quieres, unos 100 duros?--Dice el delincuente
--No quiero nada--contesta Cyril
--¿Entonces porque lo haces?
--Por ti
Es claro que el anhelo es querer y ser querido. Por otro lado, tenemos a la mujer que conoce y que acepta cuidarlo los fines de semana. La manera en que ellos se conecta --la bicicleta--y la facilidad con la que ella acepta la responsabilidad de cuidar a un crío no importa tanto, es rápido, pero porque son sólo la excusa para mostrarnos:
1) Lo difícil que es educar y comprender a un niño emocionalmente dañado, quién siente no merecer el afecto de nadie ni estar seguro de darlo.
2) Educar o guiar a un chico no siempre es bonito: a veces uno debe quedar como el malo para hacer bien las cosas.
3) Su cuidadora también muestra que para un niño es preferible estar con alguien divertido aunque le haga un mal que con alguien que en serio se preocupe con él, ya que siente que no le da libertad suficiente ni el afecto inmediato (afecto falso e interesado, por cierto) que recibe del delincuente. Y eso a todos nos ocurre.
Claro que de niños preferiríamos pasar la tarde con los abuelos que no nos regañaban ni nada a estar con nuestra madre, siempre regañándonos y diciéndonos qué hacer.
Tras el acto delictivo de Cyril --que consistía en asaltar a un señor y su hijo, dueños de un periódico-- y estar ante la policía el se da cuenta de que su "amigo" el delincuente jamás se preocupó por él y que quien en verdad le quiere es Samantha, su cuidadora de los fines de semana. Claro que el hijo del asaltado tendrá ese resentimiento contra el niño y cegado por la torpeza adolescente, en la primera oportunidad hará algo al respecto, lo cual nos podría haber dado un final excelente, un final que a muchos les dejaría con mejor sabor de boca que el de Alemania, año cero, ya que en esta la historia tenía el potencial para agradar a más público --ya que de Alemania muchos dicen que la cosa acaba muy fácil, que el guión es más bien flojo, blablablah--sí, ésta pudo haber sido una gran película...pero NO! No les contaré lo que ocurre pero al menos a mi me parece, que los directores no quisieron arriesgarse no tanto para dejarnos con la pregunta de qué depararía a Cyril, sino para no ¿desagradar? a su público comercial, ese que va al cine por las palomitas y el buen sabor de boca (que deja la peli)
Así que ese final poco arriesgado--más bien, falto del coraje--les ha quitado yo creo la oportunidad de ser una excelente película contemporánea que nos recordaría (ok, en cierta forma lo hace) que la vieja escuela todavía funciona.
A pesar de todo me parece un muy buen guión, con una historia que tal vez hayamos visto antes, pero desarrollada de forma fresca --si no bien no tan innovadora, a quienes les guste el cine citado anteriormente no creo que les enfade, al contrario, les gustará--y que agrada y complace al público ajeno a cosas rasas/bizarras/pretenciosas-intelectualmente-hablando llamadas neorrealismo italiano o novuelle vague . En serio. Sólo por el final le quitaré una taza de café. Por el resto, una película muy buena.