My room is a mess. The pieces of a jigsaw are spread all over the table. Bouguerau can wait. I'm a person made of little pieces of memories that give me sense. But nothing else. Try to know me and you will be puzzled. There is a cup of coffee. I'll get another. When was the last time I threw up after dancing, partying? wrapped by the pretty lights of a city in a club with a boy taking me somewhere? "Take me to Paris", that was my usual request, the streets of London were so pretty back then. But now I can't do that. I get a headache. It takes away the romanticism. And I get fat.
My notebook is next to me, I have sticky notes and gel pens from Japan and I was trying to write about verbs or something in another language. I never get enough, I am obsessed with that. Rilakkuma when will I hug you? Will you love me if I do? And how long has Boy meets Girl been in my queue, I thought we were doing something with French. With all the cahiers and the Paris daydreams -- but Lille was dull and rainy and depressing and lonely. "I've been writing in French every time I'm sad. No wonder now I hate it." I wish people could read me, and understand me. And there is Yuan Mei and Liu Bai literature, waiting to be translated into something we can understand, but we can't. more coffee. I'll go get more coffee. If life were Starbucks and pastries and rain and equal rights and bread. I would be happy with that. But you are a woman. And I don't want to be something else. I would feel too broken if I wasn't. If suddenly I lost my powers, my love for the rain, my sensibility, my ability to carry a child just like a mother can, and I would cry with a nightingale...but who wants that. I'm happy. In the forest, with a crow, and feeling always this sadness, and this incompleteness, and this longing, for this is what makes me a mystery and a threat and something so beautiful and unique. All the pain has been this. This moment. This realization. This oppression. This liberty. Luis will die, or was it Ivan? Who else can understand love and lost like a woman's heart? I'm too enamored with this idea. I won't let it go. I've discovered a beautiful garden inside of me, and beautiful flowers that are only mine.
Los recuerdos de facebook siempre sacan lo mejor de uno. Hace un año, con mi cabello largo y negro y una pijama certísimo me tomaba un café en algún lugar de Beijing. Aún lo recuerdo. El sol, ya de mayo. Esos días friísimos de mi llegado were gone for good. Podía decir algunas cosas, tal vez, no sé que también. Iba a sacar mi visa para visitar Hong Kong. Beijing era una casa. Algo extraño.
El café sabía bueno, y no sé que más había pedido. Era un lugar lindo y caro y yo era una princesa. Después di una vuelta por ese centro comercial enorme. No sabía decir nada. Después volver a la universidad. Y ahora estoy aquí, en un departamento cualquiera de la colonia Del Valle. Pensando en las fotografías. Las jacarandas están muertas.
April is over, April is over...There are all kinds of love in the world, but never the same love twice.
Tengo el cuaderno de japonés a un lado pero las páginas siguen en blanco. Me abruma todo lo que quiero hacer, el tiempo se me va.
Recuerdo un poco a mi yo del pasado. Esa niña de diecisiete años. Amaba El Guardián entre el Centeno. But boys are boys and girls are girls. I would have been the prostitute in the green dress.
Y yo, yendo a mis clases de francés. Quería todo. Quería un desayuno en el Ritz, una vista al Louvre, estudiar todo sobre los Rossetti. Eso para mi era la felicidad.
Ahora pienso que Paris es muy deprimente. Todos sus edificios son de ese color beige claro, todas las calles se ven igual. Café y baguettes, no puedo vivir de eso. Y aún así, quiero irme un verano al distrito nueve. Quiero llamar a los garçons y que me sirvan más leche, quiero acostarme en un colchón en un pequeño cuarto de esos edificios todos iguales, con un muchacho loco que solo querré un verano y que jamás consideraré para mi esposo. Él tampoco me verá como algo más. Vamos a ser como el catálogos de naves de Homero. it fills up the time.
Homero, William Carlos Williams ¿cuándo vamos a hablar de ellos sin sentir que estamos gastando nuestras vidas? Cuándo vamos a dibujar flores en nuestros cuadernos y a estar realmente felices con lo que vemos? ¿Cuándo vamos a dejar de pensar que eso que nos dijeron nuestros padres está bien?
Pero no importa. Mi vida está resuelta, yo sólo quiero complicarla un poco.
Casi las 4 de la tarde, el sol está bien, mi madre se queja de los que salen a marchar en las calles de la ciudad, de los homosexuales, de las mujeres que abortan... dice que todo eso es psicológico. En mi pequeñita ciudad llueve, las casas son más bonitas, pero no hay edificios y ahora que lo pienso, jamás fui a los barrios pobres de ese lugar. No conozco toda mi ciudad y no quiero hacerlo ¿Qué hay que hacer ahí? Ahí no hay nada. Yo sigo soñando con Eloisa y Abelardo, con mi amiga que no se casó con el italiano porque sus padres no la dejaron, con ella más contenta por los aretes que le regaló su padre, con mis sueños de la Peninsula en Hong Kong... de verdad Hong Kong es mejor que Xalapa, Veracruz? Ahí casi no llueve, ahí no hay café, ahí no entiendes porque la gente no quiere que abortes, ahí los domingos la gente no va a la Iglesia ni te dicen señorita ¿Ahí tendrá alguna ventaja?
Los caminos de Londres se me hacen extraños, los canales de Amsterdam aburridos. Me gusta la locura en la ciudad de México, en dónde la gente te asalta y te atropellan los metrobuses. ¿Qué ventaja tendrá?
Pero extraño la lluvia y neblina en Xalapa. Qué ventaja tiene. La ciudad está decadente. Los autos incrementaron la temperatura, ya no hace frío en invierno. Odiaba levantarme a las 6 de la mañana para ir a la escuela. Con medias y bufanda y soledad en el alma porque no tenía amigos. Amigos reales, me refiero. Odiaba mi escuela, un poco. Y vivía historias de amor increíbles, aunque todo acababa mal, muy mal, eternamente mal. Y ahora tengo un boleto para ir a Japón.
A dónde voy, de dónde soy. Ya no me siento sola, o ya no me importa. Pero quiero volver, a veces. ¿Pero qué voy a hacer ahí? En los pasillos de esa vieja escuela y con mi madre, con días todos iguales, con gente que todavía piensa mal de las mujeres que tienen sexo, dónde las niñas siente orgullo de su virginidad y vergüenza de querer acostarse con alguien, dónde la gente no sabe nada de nada: no hay restaurantes veganos, pero todo el mundo es amable.
Xalapa es un lugar hermoso y es un lugar horrible. Y yo soy de ahí. Me digo a mi misma que volver estaría mal, y luego pienso en mis tardes entre las librerías del centro donde siempre llueve y extraño esos callejones y esas lucecitas amarillas. Y llueve diferente que en Londres. Por eso quiero volver un poco. Pero al final estoy en este edificio. Tendría que estar trabajando o algo, ya se me pasó la época de Antoine Daniel y Godard, ya ni siquiera sé que tanto quiero aprender francés y que tanto quiero estar en Paris para olvidarme un poco de esto, fingir ser alguien más, hacer amigos que no volveré a ver, tener otro pedazo de rompecabezas en mi corazón.
Silence can be complex too, but you do not get far with silence. Begin again. It is like Homer’s catalogue of ships: it fills up the time.
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