100 canciones favoritas: #100 Don't go back to Dalston - Razorlight

Nueva y loca sección! La lista de mis 100 canciones favoritas. Realmente sin ningún orden en partícular, aunque eso sí, la indiscutible y número 1 de todos los tiempos es...ok eso lo revelaré después. En fin, tal vez el terrible aburrimiento me ha llevado a hacer esta clase de cosas...no importa. Inauguraremos con Dalston, canción del primer álbum de Razorlight: Up All Night

Ok, primero que nada la canción empieza con una guitarra desafinada que siempre me mata y esa casi súplica "Don't go back to Dalston", para después arrebatarse en el verdadero deseo "Regresa a mi". Nada importa, simplemente Johnny Borrel le piden a alguien que vuelva a su lado. Desesperado, desordenado, furioso.

Comenzando como cualquier desinteresado consejo, Johnny Borrel simplemente dice: haz lo que quieras But don't go back to Dalston, y así comienza a quebrarse la tranquilidad en un Don't go up the junction aún disimulado, para terminar en una voz quebrada (y momento perfecto en la canción): Don't go round the houses para confesar lo que en realidad tiene atravezado en la garganta: Come back to me.

Razorlight es una banda que siempre me ha gustado, definitivamente su segundo álbum es el mejor de todos, si me preguntan --aunque NME lo haya casi condenado a ser el peor álbum del año en el que salió--aunque el primero nos dejó también muy buenas canciones como ésta.

Don't go back to Dalston ni siquiera fue lanzado como sencillo, y sin embargo, pese a su simpleza creo que esta canción también posée una gran fuerza: demuestra cómo debe ser el amor, las ganas y desesperación de tener alguien de nuevo junto a ti, que transmiten con el repetitivo verso de Come back to me, las guitarras, las voces entrecruzadas... En fin, algunos dicen que la canción fue escrita para Pete Doherty por su problema con las drogas y el hecho de que en Dalston se encuentra el mayor mercado negro de drogas en Londres, pero Borrel nunca afirmó ni desmintió nada. En una entrevista para NME dijo que era posible, pero que no estaba consciente de ello.

Esa persona, esos recuerdos que se te escapan de las manos. Es el pensamiento que no deja de rondar tu cabeza. No es pretencioso, es sincero, es lo que más quieres en el mundo y por eso no deja de sonar una, y otra, y otra vez ¿Por qué complicarnos la vida con indirectas y sutilezas, cuando puedes expresar lo que quieres en verdad? No regreses a Dalston, regresa a mi.