Review: Renoir

Título Original: Renoir
Director: Gille Bourdos
País: Francia
Reparto: Michel Bouquet, Christa Theret, Vincent Rottiers, Thomas Doret
Año: 2012

Situado en el verano de 1915, Jean Renoir (Vincent Rottiers) --hijo del pintor Pierre-Auguste Renoir (Michel Bouquet)--regresa de la guerra por convalencia. A su lado se encuentra Andrée (Christa Theret), una chica joven que parece rejuvenecerlos a él y a su padre durante ese verano de la Primera Guerra Mundial.

Ok, ya les conté sobre el Tour de Cine francés y ayer fui a ver la película de Renoir, ya que soy fan de algunas de sus pinturas y el arte es una de las cosas que me pone de buenas, así que era seguro que la película me gustara, y en efecto así fue.

Andrée

La película se centra en un momento muy específico de la vida de Renoir, en su vejez y el momento en el que conoció a Andrée Heuschling, actriz y musa del pintor. Era un momento en que Renoir se encontraba bastante enfermo y le costaba trabajo pintor, actividad que se negaba a abandonar pese a los dolores ya que "el dolor es efímero pero la belleza es eterna".

El fuerte de la película es totalmente visual, con una paleta de colores que se asocia a sus pinturas y paisajes y tomas que te hacen ver a los actores con uno de sus cuadros de fondo. Los vestuarios son impecables y una de las actrices que le hace de sirvienta se parece mucho a una de las muchachas que pintó. 

Las actuaciones tampoco son malas, sobre todas destaca la de Bouquet, quien encarna a Renoir y la de Thomas Doret (a quien vimos en El niño de la bicicleta), a quien en el filme envuelve todo un aura de misterio siendo el pequeño "Coco" Renoir , con aire de garcon terrible y chico sufriendo el trauma de ver como su familia desaparece y se va quedando huérfano, como se autoproclama conoce a Andrée --la femme fatale o algo parecido, del filme-- "Mis hermanos murieron en la guerra y al viejo (refiriéndose a su padre) ya no le falta mucho"

La peli aborda las relaciones y las vidas que pasaron al rededor de Renoir, el queda más bien como un personaje secundario que simplemente afecta las decisiones que tomarán otros: sus hijos, Andrée e incluso la servidumbre.

Su hijo, quien regresó de la guerra, planea regresar al campo de batalla en cuanto se recupere, pero durante su convalecencia en la mansión de su padre es en donde conoce a Andrée (con quien en la vida real se casó y después abandonó). Pese a todo, no esperen ver cómo surge la llama de pasión, pues se queda más bien en algo así como un humo y unas leves brasas.

Andrée también tiene un poco de magia al rededor suyo, con su belleza y desenfadada naturalidad, su roja cabellera y su actitud soñadora, decidida y a la vez, temerosa ante un mundo en caos, pero jamás termina de mostrarse por completo quién es, que la aflige, todo lo mucho o poco que siente por Jean y la relación padre-hija que establece con el pintor.

Hay muchas escenas que Renoir pintó que son recreadas a lo largo de la película, lo que nos convence de ver como y qué ocurría, qué conversaciones pasaban, risas o regaños resonaban mientras grandes obras de arte iban surgiendo.

Repito que visualmente me pareció excelentemente cuidada, las actuaciones son buenas dentro de lo que el guión les permitó, pero lo que faltó fue darle fuerza a los personajes--sin necesidad de recurrir a dramas ni sobreactuaciones, tal vez sí el definir mejor lo que quisieron mostrar pues me parece que la historia quedó un tanto "impresionista", apenas una sombra de lo que realmente pasó y a menos que te alejes o cierres los ojos, no se ve claro qué es lo que está frente a ti.

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